Él vino en un nacimiento sobrenatural, con la participación del Espíritu Santo, creció en sabiduría y sin pecado. Fue reconocido por Dios como su Hijo amado y Él se llamó asimismo el Hijo de Dios. Es el Cordero que quita el pecado del mundo, pues siendo eterno, se hizo hombre para ofrendar su vida, derramar su sangre y con ella y a través de ella sellar el nuevo pacto entre Dios y los hombres: Un pacto no de ley, sino de gracia.
El enemigo fue vencido, la muerte ha muerto, la enfermedad fue expulsada, los demonios salen, los muertos vienen a vida, la provisión es suficiente y sobre todo la vida viene a la vida y el destino del hombre es el cielo.
La tumba está vacía. Nunca encontrarán su cuerpo ¡Resucitó! Muchos lo vieron resucitado y vivieron por Él hasta ir a casa.
Jesús ya no está en una cruz. ¡JESÚS ESTÁ VIVO! Sentado a la derecha de Dios Padre, intercediendo por toda la humanidad y preparando una morada para todos los que creen en Él.
GRACIAS JESÚS.
HOY TE RECONOZCO COMO MI ÚNICO SEÑOR Y SALVADOR PERSONAL.
HAZ DE MI LA PERSONA QUE TU QUIERES QUE YO SEA.
PERDONA MIS PECADOS Y TOMA EL CONTROL DE TODO MI SER.
AMÉNJesús,
Gracias por transformar mi vida.
Te amo con todo mí ser y viviré para ti hasta que me lleves a tu presencia.
NFA
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