Parece injusto que al que tiene se le dé más y al que no tiene se le quite aún lo que tiene; pero Dios es sabio y demanda de cada persona ser fructífera y dar mucho fruto. Desde nuestra formación en el vientre de nuestra madre, Dios depositó dones y talentos en cada uno de nosotros para servir en el reino de Dios. Nadie es tan pobre como para no dar nada. Todos tenemos algo que dar. Identifica: Tienes tiempo, habilidades, salud, vida y la actitud para servir y dar algo a las personas, tu familia, la naturaleza, tu nación... Atrévete a ser un experto en lo que Dios te ha llamado a desarrollar y conviértete en una fuente de bendición sobrenatural a los que te rodean en tu tiempo y lugar. Si eres egoísta y guardas lo que tienes, no podrás desarrollar, ni crecer, ni podrás tener más. Pues, muchos teniendo poco, se quedan con su poco y no crecen, no se desarrollan y mueren sin fruto. Decide hoy ser como un árbol que da frutos y alimenta a muchos o de lo contrario ser un ataúd que alberga un muerto que nadie quiere y todos esquivan. ¡Tú decides! Pide al Espíritu Santo que te de entendimiento para conocer cada día más la voluntad de Dios y con los años serás el hombre sabio que Dios usará para impactar y transformar generaciones; de lo contrario seguirás siendo un bebé espiritual que se conforma con las migajas y la leche espiritual que es para los niños que solo demandan y no se atreven a dar. Dios quiere darte más. Atrévete a llenarte más de Él y sé ese canal de bendición como sus manos, brazos, labios, rostro y cuerpo que como buen embajador y sacerdote lo representas y glorificas. NFA
Parece injusto que al que tiene se le dé más y al que no tiene se le quite aún lo que tiene; pero Dios es sabio y demanda de cada persona ser fructífera y dar mucho fruto.
ResponderEliminarDesde nuestra formación en el vientre de nuestra madre, Dios depositó dones y talentos en cada uno de nosotros para servir en el reino de Dios. Nadie es tan pobre como para no dar nada. Todos tenemos algo que dar.
Identifica: Tienes tiempo, habilidades, salud, vida y la actitud para servir y dar algo a las personas, tu familia, la naturaleza, tu nación...
Atrévete a ser un experto en lo que Dios te ha llamado a desarrollar y conviértete en una fuente de bendición sobrenatural a los que te rodean en tu tiempo y lugar.
Si eres egoísta y guardas lo que tienes, no podrás desarrollar, ni crecer, ni podrás tener más. Pues, muchos teniendo poco, se quedan con su poco y no crecen, no se desarrollan y mueren sin fruto.
Decide hoy ser como un árbol que da frutos y alimenta a muchos o de lo contrario ser un ataúd que alberga un muerto que nadie quiere y todos esquivan. ¡Tú decides!
Pide al Espíritu Santo que te de entendimiento para conocer cada día más la voluntad de Dios y con los años serás el hombre sabio que Dios usará para impactar y transformar generaciones; de lo contrario seguirás siendo un bebé espiritual que se conforma con las migajas y la leche espiritual que es para los niños que solo demandan y no se atreven a dar.
Dios quiere darte más. Atrévete a llenarte más de Él y sé ese canal de bendición como sus manos, brazos, labios, rostro y cuerpo que como buen embajador y sacerdote lo representas y glorificas.
NFA