Estemos atentos al corazón de nuestro Señor. Alejémonos de toda maldad y busquemos la presencia y buena voluntad de Jesús para nuestras vidas. El mundo está cargado de violencia, obscenidad, envidia y pecado. El diablo no descansa trayendo mentira, muerte, robo y maldad; pero él es un enemigo derrotado. Tenemos el poder y la autoridad dada por Jesús para transformar nuestras vidas y ser luz en la tierra. Detestemos toda manifestación de pecado y vivamos en obediencia a la Palabra de Dios. Nuestro espíritu es lo más importante que tenemos y debemos alimentarlo con la Palabra, la oración y el servicio al llamado dado por Dios. Seamos osados para hacer que nuestro espíritu gobierne sobre nuestros sentimientos, hábitos, anhelos, sueños y vida terrenal. Si nuestro cuerpo tiene necesidades, mayores deberían ser las necesidades de nuestro espíritu y por tanto nuestra atención al espíritu debe ser primordial. Llénate de las cosas y deseos del Señor, agarra sus principios y vive como en el cielo trayendo el reino del cielo a la tierra y representando al Rey más poderoso del universo: Jesús. NFA
Estemos atentos al corazón de nuestro Señor. Alejémonos de toda maldad y busquemos la presencia y buena voluntad de Jesús para nuestras vidas.
ResponderEliminarEl mundo está cargado de violencia, obscenidad, envidia y pecado. El diablo no descansa trayendo mentira, muerte, robo y maldad; pero él es un enemigo derrotado. Tenemos el poder y la autoridad dada por Jesús para transformar nuestras vidas y ser luz en la tierra. Detestemos toda manifestación de pecado y vivamos en obediencia a la Palabra de Dios.
Nuestro espíritu es lo más importante que tenemos y debemos alimentarlo con la Palabra, la oración y el servicio al llamado dado por Dios. Seamos osados para hacer que nuestro espíritu gobierne sobre nuestros sentimientos, hábitos, anhelos, sueños y vida terrenal.
Si nuestro cuerpo tiene necesidades, mayores deberían ser las necesidades de nuestro espíritu y por tanto nuestra atención al espíritu debe ser primordial.
Llénate de las cosas y deseos del Señor, agarra sus principios y vive como en el cielo trayendo el reino del cielo a la tierra y representando al Rey más poderoso del universo: Jesús.
NFA